En medio de un periodo de convulsión económica vivimos rodeados de previsiones. Vemos cómo, constantemente, los diferentes organismos oficiales publican todo tipo de previsiones económicas. Predecir el futuro es casi imposible pero ¿son fiables estas previsiones? ¿Son acertadas? Analizamos las previsiones realizadas durante los últimos años y su acierto.
Vivimos rodeados de previsiones económicas que intentan predecir un futuro incierto. Organismos nacionales e internacionales nos bombardean con sus previsiones que intentan adivinar cómo evolucionará la economía. Algunas veces con más acierto que otras. Estas previsiones marcan, en muchas ocasiones, las decisiones que se toman sobre el futuro de la economía. Sin duda, cada país es un caso particular pero se detectan algunas tendencias que analizamos a continuación.
El caso de España
España es uno de los países que, sin duda, ha centrado todas las miradas durante la crisis. Toda la eurozona ha seguido con atención la evolución de España y sus posibles consecuencias sobre la economía europea.
El crecimiento de España durante los años previos a la crisis hacía evidente que, tarde o temprano, ese ritmo de crecimiento se iba a estancar. Tanto es así que en los primeros informes del año 2004 el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya preveía un descenso en el ritmo de crecimiento. Eso sí, en ningún momento se esperaba lo que sucedió en 2007. Incluso en el informe de Octubre de 2007 se preveía un crecimiento del 2.7% para el año siguiente, lejos del 0.8% que creció finalmente la economía española.
No fue hasta abril de 2009 cuando las previsiones anunciaban una caída del 3% del PIB aunque el resultado final rozó el 4%.
El FMI tampoco supo anticipar la segunda recesión que sufrió la economía europea a partir de 2011. Hasta octubre de ese mismo año, el FMI preveía un crecimiento del 0.775% aunque la economía se estancó sin variación en el PIB en 2011.
La previsión por aquel entonces era que la economía mejorase hasta estabilizarse en un crecimiento entorno al 1.7% a partir de 2012. Sin embargo, el PIB sufrió una caída del 1.6% y el 1.2% en 2012 y 2013. Sólo en el informe de abril de 2012, el FMI previó que la economía española sufriría un nuevo periodo de recesión.
Otro de los organismos que publica previsiones del PIB es la OCDE (OECD en inglés). Estos informes son menos detallados y con previsiones más cortas que las publicadas recientemente por el FMI pero los errores de estimación son similares. Al igual que sucedía con los datos del FMI, la OCDE no supo preveer la segunda recesión que se produjo en el año 2012. Sin embargo, las estimaciones a partir de 2013 son muy similares y también se estima que la economía crezca entorno al 1.4% los próximos años.
El caso de Alemania
Otro caso llamativo es el de Alemania, una economía mucho más estable que la española pero que tampoco se ha librado de sus baches durante la crisis. De hecho, ninguna previsión fue capaz de predecir la caída del 5% que sufrió el PIB alemán en el año 2009. Al igual que en el caso español, sólo en el informe de abril de 2009 se previó la caída de la economía que se iba a producir ese mismo año. Algo más acertadas fueron las previsiones de la segunda recesión. En este caso los primeros indicios se vieron en los informes publicados un año antes de que el crecimiento de la economía volviese a sufrir otro frenazo. En lo que sí que parecen coincidir todas las previsiones es en que la economía alemana estabilizará su crecimiento en un 1.2% anual.
Conclusiones
A la vista de los resultados parece evidente que las previsiones sí que sirven para marcar tendencias. Sin embargo, en los casos analizados se puede comprobar como todas las previsiones fueron erróneas a la hora de predecir épocas de recesión o variaciones bruscas del PIB.




